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En 2007 sufrió un accidente con su moto que le dejó parapléjico
Isidre Esteve gana su primera carrera sobre cuatro ruedas

En 2007 sufrió aquel accidente terrible que le dejó parapléjico. Isidre Esteve era un grande de los rallys sobre dos ruedas. Luchaba cada año por adjudicarse el Dakar. Era uno de los favoritos. Primero, con Repsol. Luego, con Yamaha. Su trágica caída en 2007 le obligó a dejar las motos. Pero decidió seguir. Correría en coches.
En 2009 hizo el Dakar. Y sufrió mucho. Tantas horas sobre el asiento le provocaba úlceras que le destozaban la piel y le impedían aguantar. Ahora, con el Polaris, en La Baja Tierras del Cid, en Burgos, ha triunfado en la categoría de buggys ligeros. Su «cojín inteligente» superó la prueba más dura realizada hasta ahora y le permitió estar sentado cerca de 13 horas sin sufrir úlceras en la piel.
Isidre Esteve terminó la maratoniana jornada algo cansado, pero su rostro brillaba de alegría. Acababa de ganar en su categoría de los buggys ligeros. Sin embargo, lo más importante es que había resistido la dureza de una carrera de 600 kilómetros sin parar. Cerca de trece horas seguidas sentado. Veredicto: el cojín inteligente había funcionado en la prueba más dura a la que había sido sometido hasta ahora, informa el diario "ABC".
El piloto de KH-7 soportó las nueve horas y cuatro minutos que duró para él la carrera, más otras tres y media que estuvo sentado en su silla de ruedas, siempre con el dispositivo que evita que sus glúteos vuelvan a lacerarse como cuando disputó el Rally Dakar 2009. Entonces, tras cada eapa, debía dormir boca abajo para soportar el dolor de sus úlceras. Ahora, con este cojín, no las sufre.
En el único tramo cronometrado que se disputó hoy, de 600 kilómetros, Isidre partía desde la decimotercera posición y como segundo buggy detrás de Jordi Perera, pero poco después de comenzar el día, el otro piloto catalán arrancaba una rueda y se veía obligado a retirarse. Esteve y su copiloto Chema Villalobos pasaron entonces a liderar la prueba, un primer puesto que ya no abandonarían hasta la meta. Al final, cosecharon un meritorio duodécimo puesto en la general y su primera victoria con Polaris en la categoría de buggys ligeros.
En 2009 hizo el Dakar. Y sufrió mucho. Tantas horas sobre el asiento le provocaba úlceras que le destozaban la piel y le impedían aguantar. Ahora, con el Polaris, en La Baja Tierras del Cid, en Burgos, ha triunfado en la categoría de buggys ligeros. Su «cojín inteligente» superó la prueba más dura realizada hasta ahora y le permitió estar sentado cerca de 13 horas sin sufrir úlceras en la piel.
Isidre Esteve terminó la maratoniana jornada algo cansado, pero su rostro brillaba de alegría. Acababa de ganar en su categoría de los buggys ligeros. Sin embargo, lo más importante es que había resistido la dureza de una carrera de 600 kilómetros sin parar. Cerca de trece horas seguidas sentado. Veredicto: el cojín inteligente había funcionado en la prueba más dura a la que había sido sometido hasta ahora, informa el diario "ABC".
El piloto de KH-7 soportó las nueve horas y cuatro minutos que duró para él la carrera, más otras tres y media que estuvo sentado en su silla de ruedas, siempre con el dispositivo que evita que sus glúteos vuelvan a lacerarse como cuando disputó el Rally Dakar 2009. Entonces, tras cada eapa, debía dormir boca abajo para soportar el dolor de sus úlceras. Ahora, con este cojín, no las sufre.
En el único tramo cronometrado que se disputó hoy, de 600 kilómetros, Isidre partía desde la decimotercera posición y como segundo buggy detrás de Jordi Perera, pero poco después de comenzar el día, el otro piloto catalán arrancaba una rueda y se veía obligado a retirarse. Esteve y su copiloto Chema Villalobos pasaron entonces a liderar la prueba, un primer puesto que ya no abandonarían hasta la meta. Al final, cosecharon un meritorio duodécimo puesto en la general y su primera victoria con Polaris en la categoría de buggys ligeros.