Drogas, alcohol y velocidad, detrás del 80% de las lesiones irreversibles

Quién no ha visto en una pelouse de Motorland a moteros durmiendo la borrachera del día anterior? ¿O a gente que tiene que conducir bebiendo litronas de cerveza en las gradas y en los bares del circuito? Estas conductas ponen en peligro tanto al que las comete como a quienes se cruzan en su camino en una carretera.

Para evitar en la medida de lo posible que estas malas prácticas se repitan año tras año, un grupo de jóvenes voluntarios del IES Bajo Aragón reparte estos días impresos con mensajes de prevención dentro de la campaña Disfruta con Cabeza, que también emite vídeos en las pantallas gigantes del circuito protagonizados por lesionados medulares y por los pilotos españoles del Mundial de Motociclismo.

Al margen de los fallecimientos, en España se producen cada año en torno a 4.700 lesiones irreversibles motivadas por accidentes de tráfico. De ellas, el 80% se originan por conducir superando una tasa de alcohol de 0,60 mg/l en aire expirado, por consumir drogas o por superar en 80 kilómetros por hora la velocidad en vías interurbanas y en 60 en urbanas.

Más datos. En los últimos años se observa un incremento significativo de accidentes de motocicletas y ciclomotores, con el correspondiente aumento de fallecidos y de víctimas con lesiones irreversibles, como la lesión medular, el traumatismo craneoencefálico o las amputaciones.

Según datos del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, cada año se registran más de 1.000 nuevos casos de lesiones medulares, debiéndose más de la mitad de ellos a accidentes de tráfico. El resto tienen su origen en accidentes laborales, deportivos o domésticos, así como en enfermedades del sistema nervioso.

En cuanto a los accidentes de tráfico, el 65% de las lesiones las sufren los ocupantes de los vehículos de cuatro ruedas. En los últimos años el porcentaje de motoristas se ha situado en el 20%.

El grupo de edad comprendido entre los 15 y 39 años supone el 80% de los ingresos por accidente de tráfico en el hospital castellano-manchego, mientras que el 45% son jóvenes entre 15 y 25 años.